Fundación Plantae realiza Conversatorio sobre Acceso a las Montañas
Con el propósito de nutrir la discusión en torno al acceso a las montañas, Fundación Plantae convocó a expertos a dialogar.
El viernes 24 de agosto en Valdivia, Fundación Plantae lideró un conversatorio sobre acceso a las montañas, el cual contó con la participación de Cristian Donoso, Rodrigo Condeza, Christian Moscoso, Sergio Infante y Pablo Heuser, además del equipo Plantae.
Ante el aumento de la demanda por acceder a la montaña, el aumento de los cierres, la falta de cultura de montaña y una nueva iniciativa de tramitar un proyecto de Ley de Acceso a las Montañas, profundizar en esta potencial apertura resulta esencial y urgente.
Algunos de los puntos más sobresalientes de la jornada:
El acceso. En términos generales, considerando el actual escenario país, en el cual claramente no existe una cultura de respeto y cuidado de la naturaleza, de garantizar el acceso, esta garantía debe ser para todos y a la vez muy bien regulada, con fines claros y una normativa que establezca las conductas indebidas, fiscalizadores y sanciones asociadas, favoreciendo la conservación de estos frágiles ecosistemas. En un país mayoritariamente montañoso, un derecho de tan amplio alcance, requiere de responsabilidades. En el horizonte y como una meta por lograr, queda el gran anhelo de muchos, deambular libremente por la naturaleza, así como ocurre en otros países de Europa, donde la conducta de los visitantes, armónica y respetuosa con el entorno natural, hace posible que esto sea una realidad.
Finalidad del acceso. La recreación, el ocio, la educación, la salud asociada al contacto con la naturaleza y el desarrollo de la espiritualidad, son las razones principales que justifican la garantía de acceso a la montaña. Está claro que el turismo y el deporte son actividades que también requieren del acceso, sin embargo, dado el impacto, particularmente de actividades masivas, definir normativas, establecer capacidad de carga, uso de senderos y tiempos de estadía máxima, fueron algunos de los puntos mencionados en la discusión. La conservación debe estar por sobre el acceso. En este sentido y entendiendo la importancia del rol de los pobladores locales en la conservación, actividades como el turismo deben involucrarlos, fortaleciendo la economía local y, por tanto, la valoración del territorio y su conservación.
Donde acceder. Una zonificación y ordenamiento territorial acorde a las necesidades de conservación y usos afines, es requerido. La apertura de al menos la montaña fiscal y el paso a esta, a través de territorios privados si así fuera necesario, considerando las normativas de acceso y resultados del ordenamiento territorial, parecen ser un buen punto de partida. El acceso a territorios privados parece ser más complejo y requiere de un trabajo con visitantes y propietarios, pero es parte de la meta que se quiere alcanzar una vez que seamos capaces de acceder en forma consciente y respetuosa.
Educación. Todo apunta a que la educación es la base del cambio positivo hacia una relación armónica entre el ser humano y la naturaleza. Se hace urgente incorporar y mejorar la educación ambiental y experienciación de la naturaleza en los programas educacionales. Para lograr el anhelado cambio cultural, es fundamental que los niños se relacionen con los ecosistemas que nos rodean en etapas tempranas de su desarrollo y lo continúen haciendo con regularidad a lo largo de su formación. A su vez, las campañas realizadas por organismos públicos y privados son un apoyo para este cambio cultural.
Seguridad en montaña. Tremendos son los desafíos en la gestión y manejo de situaciones de emergencia/accidentes. Es importante tener claridad acerca de las responsabilidades del visitante, del propietario del territorio, de las organizaciones privadas y del Estado. Fortalecer la responsabilidad del visitante es fundamental. Este debe formarse y equiparse adecuadamente e investigar sobre el territorio al cual accede, terminando con la postura paternalista del Estado. El propietario que ofrece servicios cobrados, debe hacerse responsable de la seguridad de dichos servicios. Los clubes de montaña por su parte, deben mejorar su gestión y coordinación para negociar con las empresas aseguradoras la posibilidad de contar con seguros de responsabilidad civil, como ocurre en Europa. Finalmente, el estado debe articular organismos públicos y privados para la creación de un sistema único de respuesta frente a estas situaciones, asignando recursos, profesionalizando a los rescatistas, teniendo un número único de emergencia e informando a las personas acerca de los riesgos y responsabilidades a la hora de visitar la montaña.